La paradoja de la Impotencia
martes, 7 de junio de 2011
No comments
Tal vez temamos confesar que carecemos de fuerzas y que nuestra vida resulta ya inmanejable.
Si reconociéramos que somos impotentes, acaso no nos sentiríamos tentados a rendirnos completamente en la lucha contra nuestra rebeldía o negación? No parece tener sentido que confesemos nuestra impotencia y que aun así encontremos el poder para seguir adelante. Trataremos con esta paradoja cuando pasemos por los Pasos Dos y Tres.
La vida está repleta de paradojas. El apóstol Pablo dice: ‘’Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados’’ (2 Corintios 4. 7-8)
Esta ilustración nos presenta lo que parece ser una incongruencia entre un tesoro y el sencillo recipiente en el que está guardado ese tesoro. El poder viviente derramado en nuestra vida desde lo alto es el tesoro. Nuestro cuerpo humano, con todos sus defectos y debilidades, es el vaso de barro. Como seres humanos, somos imperfectos.
Una vez que reconozcamos la paradoja de la impotencia, podremos sentir bastante alivio. No tenemos que ser fuertes siempre o pretender ser perfectos. Podemos vivir una vida de verdad, con sus luchas diarias, con un cuerpo humano asediado por debilidades, por haber encontrado el poder de lo alto para seguir adelante sin estar angustiados ni desesperados.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Por Favor Déjanos Saber Tu Inquietud